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Desde la década de los sesenta, la literatura hispanoamericana está entrando en la "era de la brevedad" (Andres-Suárez). Inscribiéndose en esta tendencia a la brevedad, la colección de microrrelatos Ajuar funerario (2004) del escritor peruano Fernando Iwasaki (Lima, 1961) se caracteriza por su agudeza y concisión. Esta contribución se propone ilustrar cómo Iwasaki explota el microrrelato para crear un ámbito fantástico de terror. A este respecto, resultan ilustrativos los microrrelatos El dominio y No hay que hablar con extraños: combinan temas fantásticos tradicionales, como el diablo y el fantasma (Todorov), con manipulaciones del lenguaje tí­picas de lo fantástico postmoderno, como la literalización del sentido figurado (Erdal Jordan), infundiendo un "miedo metafísico" (Roas). Estos dos microrrelatos conectan así con la teoría de la narratologí­a innatural, porque son "innaturales" o "anti-miméticos" en el sentido de que son física y lógicamente imposibles (Alber, Fludernik). Puesto que los microrrelatos se basan en el principio de la economí­a del lenguaje, se torna interesante analizar cómo El dominio y No hay que hablar con extraños se reproducen en otro lenguaje. Las traducciones inglesas respectivas resultan ser "aceptables" (Even-Zohar), adaptándose a las normas del sistema literario meta y modificando así­ significativamente el ámbito fantástico de terror original.